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Gregorio Rocha In Memóriam

Recordaremos al querido Gregorio Rocha a través de las historias de los protagonistas de uno de sus últimos proyectos Anarchivia y el Foro 7 y 1/2.

 

 

En mayo del 2020, ULTRAcinema comenzó la organización de un proyecto llamado Rizoma que consistió en conversaciones temáticas en línea con personajes del cine experimental y cines aledaños.

 

 

Escogimos para inaugurar el proyecto a cuatro presonajes clave en la historia del cine experimental mexicano. Ximena Cuevas, Naomi Uman, Ricardo Nicolayevsky y, por supuesto, Gregorio Rocha estuvieron presentes. Durante el evento Gregorio compartió un texto que escribió en medio del caos de la pandemia que recién iniciaba.

 

 

Al terminar la charla me compartió el texto por correo con la idea de que lo compartiéramos por algún medio. Nunca logramos ponernos de acuerdo.

 

 

Finalmente acá compartiremos el mencionado texto. ¡Gracias Gregorio por ser parte de ULTRAcinema siempre!

Pandemonium: La hibernación del cine de archivo

1 Con el fenómeno del covid-19 y las prácticas sanitarias aplicadas para contarrestarlo ocurrió la interrupción abrupta de dos factores primordiales en las artes. El primero es la presencialidad Tanto el espectador como el creador y el mismo espacio escénico, han desaparecido. Esa tríada tan indispensable para que ocurra el hecho artístico tal y como lo conocíamos, en su forma de expresión basada en tradiciones ancestrales fue eliminada por exigir nivel de comunicación íntimo entre obra, artista y público. Es de lo primero que desde las políticas sanitarias de este y de muchos estado fue eliminado por no ser de importancia “escencial” su actividad y por su elevado riesgo para el contagio. Todos los museos, galerías, salas de teatro y cine y todos los espacios culturales cerraron sus puertas desde un principio. Es obvio. ¿Hacia donde se fue la presencia humana que pululaba en esos lugares? A su casa ¿a dónde se fueron los artistas? A su casa también ¿a dónde se fueron las obras? Al closet

2 El otro factor es la materialidad. Acostumbrados que estábamos a trabajar con el polvo, abriendo latas oxidadas y sacando rollos de película con quien sabe que tipo de bacterias adheridas a la emulsión la mayoría de las veces sin guantes ni cubrebocas y luego usando aparatos fuera de cualquier norma técnica ni de seguridad para lograr ver y reproducir esas imágenes, imagino que nadie ó casi nadie va a querer hacerlo. La “magia” del cine experimental, está precisamente en poder hacerlo con las manos por una parte y por otra en poder hurgar en las pilas de películas en lata para poder de ahí salvar lo que será parte de una obra.

3 En conclusión, en el contexto de emergencia sanitaria en la que nos encontramos en este momento, no existe ninguno de estos factores, el arte como tal no se le puede declarar “muerto” pero tampoco está muy vivo. Se encuentra en un proceso de hibernación casi parecido a un coma. Esto ha venido ocurriendo desde la sustitución de lo análogo por lo digital. Con las medidas de distanciamiento social impuestas globalmente esta ocurriendo otra transformación de las formas de producción y consumo que no sabemos a donde va a conducir pero todo apunta a la telepresencia y a una subordinación a los medios y técnicas que ofrece internet. Si no estás en la web no existes. Los nostálgicos necios hemos reusado aceptar e incorporar la tecnología a nuestras vidas. Ya es demasiado tarde. La irrupción de la presencia y materialidad virtuales es el signo de los tiempos. También la memoria corta y la frase corta que nuestros pulgares teclean en la pantallita y la capacidad limitada de datos que nuestra nube alcanza a contener, con el riesgo todo el tiempo de que se sature y colapse. A mi me tomó desprevenido, sin digitalizar casi nada de lo material y prácticamente sin conexión a internet. Es decir, soy un Robinson Crusoe que se salió de la Matrix. Un daño colateral de la pandemia.
Todo lo que yo hacía en el archivo da la apariencia ahora de que todo es no sólo fútil e innecesario, sino hasta peligroso. ¡No tocar! ¡No estar! Pareciera el momento ideal para nosotros de volver a inventar todo; la camera obscura la emulsión los soportes y hasta el trato con su público, mientras se transforman en unos Robinson Crusoe post-pandémicos. Los otros, los desarraigados y desapegados de la materialidad y la presencialidad encontrarán en cambio un entorno también feliz el paraíso conseguido recuperado, la 5G.

Gregorio Rocha
Altos de Morelos, 05/2020

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